diciembre 31, 2013

2013 Patrimonial: misiones, monitoreos y evaluaciones



Un balance del año que termina podría comenzar con el listado de rigor de los aciertos y éxitos, así como la larga lista de pendientes y deudas. La creciente inversión en patrimonio desarrollada por el Estado es un ejemplo de lo primero, así como la misma incapacidad y falta de voluntad por definir una nueva institucionalidad moderna y eficiente, es la otra cara de esa misma Moneda. 

Pero dejaremos ese listado para otro momento, ya que por lejos este año ha estado marcado en nuestra agenda por la expectación y esperanza que han instalado las misiones que han realizado en el país nuestros colegas de ICOMOS, los que han venido a cooperar con su conocimiento técnico y convicción doctrinaria en el complejo escenario de amenazas y debilidades de nuestro patrimonio. 

Desde que en 1980 el Estado de Chile se incorporó formalmente a la Convención de Patrimonio Mundial pasó un largo tiempo hasta que ésta se implementara efectivamente con la inscripción del primer Sitio inscrito en la Lista. Como sabemos ese sitio fue el Parque Nacional de Rapa Nui en 1995. 

Desde ese momento hasta ahora hay una larga historia, la que ha tenido durante este año 2013 uno de sus puntos de inflexión, debido a que nunca antes se habían ejecutado en un mismo año: una misión de evaluación, un misión de monitoreo y una misión de asesoramiento. 

Sin duda que atender con la mayor eficiencia posible a todas estas misiones fue un esfuerzo de coordinación y logística del Estado Parte radicado principalmente a través de su Punto Focal para la Convención como es el Consejo de Monumentos Nacionales. Sin embargo el resto de los actores del sistema de la Convención en Chile tuvieron que participar activamente, tal vez como nunca antes, de lo que da cuenta este punto de inflexión al cual nos referimos. Los Administradores de los Sitios, la Cancillería, y por cierto el órgano asesor de la Convención como es ICOMOS Chile, nos sumamos activamente al esfuerzo por implementar de la mejor manera el mandato del Comité de Patrimonio Mundial referido al desarrollo de estas misiones, mismas que entregarán sus resultados en l38va Sesión del Comité del Patrimonio Mundial ha realizarse en junio de 2014 en Doha.

Aún cuando resulta imposible referirse al contenido de aquellos resultados -por la sencilla razón de que hasta junio falta un largo protocolo que convertirá a estas misiones en recomendaciones concretas por parte de ICOMOS al Comité de Patrimonio Mundial-, si podemos sacar algunas conclusiones de su estructura y funcionamiento en nuestro país, ya que para que un sistema  funcione armonizadamente debemos estar atentos al desarrollo de sus elementos y las transformaciones que estos tienen producto de la necesidad de construir un futuro posible para el patrimonio. 

Misión de Asesoramiento para el caso de Valparaíso y Misión de Monitoreo Reactivo en el caso de las Iglesias de Chiloé, además de la Misión de Evaluación del tramo chileno incorporado a la presentación del expediente del Qhapaq Ñan como Itinerario Cultural a la Lista de Patrimonio Mundial. En estas tres actividades el rol protagónico como evaluadores lo tuvieron nuestros colegas de los Comités Nacionales de ICOMOS de Argentina, Uruguay y Brasil, lo que da cuenta de una masa crítica regional que ha ido consolidando la presencia de nuestras capacidades técnicas locales en un contexto global. Sobre todo si consideramos que en -el ahora lejano- 1995, nuestro colega que evaluó el expediente de Rapa Nui fue un arqueólogo británico. 

Este es un punto no menor, ya que la apropiación patrimonial que justamente reclaman las comunidades ciudadanas, también debe construirse desde las comunidades de especialistas, de otro modo la legitimidad y representatividad de la Lista de Patrimonio Mundial seguirá con vacíos tanto en su conceptualización como en su gestión.

En un año en que ICOMOS Chile ha sido reconocido por el Estado de Chile con el Premio Conservación de Monumentos Nacionales 2013, hemos podido consolidar -más allá de los méritos y merecimientos- una relación transparente y eficiente con los actores que desde el Estado han comprendido los alcances de la cooperación para el desarrollo del patrimonio. Relación que ha sido un aprendizaje ya no solo desde la doctrina y la teoría -insumo básico de nuestro trabajo- sino que también en una práctica donde el rol de asesores ha sido presente y proactivo en beneficio de un bien superior como es el patrimonio, a estas alturas uno de los últimos bastiones de lo que significa la expresión concreta del bien común en nuestras sociedades contemporáneas.

Un año para aprender siempre antecede a un año para dar cuenta de lo aprendido, por lo que esperamos que el 2014, año en que se celebran los 50 años de la Carta de Venecia y los 20 años de la Carta de Nara, nos podamos encontrar en la Asamblea General de ICOMOS con una contundente participación de colegas chilenos que den cuenta de lo aprendido, lo aplicado y lo compartido con el Estado de Chile y las siempre vigilantes comunidades de sus ciudadanos.

Más que un deseo, eso debería ser una responsable agenda de trabajo.








José de Nordenflycht
Presidente ICOMOS Chile



Foto: Reunión de trabajo con el Directorio de ICOMOS Chile en el contexto de la Misión de Asesoramiento a los "Barrios Históricos de la Ciudad Puerto de Valparaíso" Sitio del Patrimonio Mundial, 29 de octubre de 2013. (De izq. a der.): Mario Ferrada (ICOMOS Chile), Silvio Mendes Zanchetti (ICOMOS Brasil), Marcela Hurtado (ICOMOS Chile), José de Nordenflycht (ICOMOS Chile) y Luis María Calvo (ICOMOS Argentina). 

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